La importancia de invertir en el valor humano

La importancia de invertir en el valor humano

Hoy en día, para que un emprendedor pueda lograr el éxito en un mercado tan competitivo como el actual, es preciso renovar los conceptos establecidos en un proceso de innovación constante y adaptarlos a las nuevas realidades bajo las normas de la era digital. Todo ello sin olvidar invertir en el valor humano, el gran desafío de la empresa actual que. En este sentido el reconocido empresario y autor de “El libro del Networking” que acaba de alcanzar su sexta edición, Cipri Quintas, apunta «a veces se nos olvida que las empresas, por muy importantes que sean, están compuestas por y para personas. Descuidarlas es el mayor error que puede cometer un negocio».

Inteligencia relacional para triunfar en los negocios

El consumidor actual, cada vez dispone de más opciones y más información para elegir, y el mero eslogan ya no le convence. Hay que pasar a la acción y,»quien entienda que invertir en el corazón de las personas es la mejor inversión, comprobará que también es la más rentable«, asegura Quintas que promulga la necesidad de aplicar la «inteligencia relacional»: el buen trato a los contactos. «El cliente no solo valora el precio a la hora de escoger un producto o servicio, lo que busca es sentirse identificado con los valores del producto y con las personas que lo muestran, pero no con el embajador, sino con el vendedor real, que es quien representa a la marca», señala el empresario que cree vital la empatía con un cliente ante cualquier relación comercial.

«Hablamos mucho de la inteligencia artificial, de las máquinas, pero estamos dejando a un lado la inteligencia relacional», añade, «la tecnología es la herramienta que ayuda a mantener las relaciones con las personas, pero sin la inteligencia relacional no hay negocio».

Adaptarse a la era digital

Factores como las nuevas tecnologías, el auge de internet y la omnipresencia de las redes sociales han cambiado considerablemente la forma de hacer negocios y de relacionarse con los contactos, hasta tal punto que, las marcas que no se amoldan a la nueva realidad corren el riesgo de acabar desapareciendo. «Para adaptarse a la era digital hay que apostar por la comunicación 3.0, que es la que une la comunicación del contacto directo con la 2.0 de las redes sociales. Las nuevas tecnologías no nos alejan, sino que nos brindan grandes oportunidades para cuidar las relaciones con las personas«. Cipri Quintas, que en su larga trayectoria empresarial ha visto cómo la tecnología ha ido cambiando muchas cosas, también hace una llamada de advertencia a la forma actual de usar estas tecnologías. «Ahora, están de moda los coach, pero muchos adoctrinan sin haber experimentado sus enseñanzas, tenemos que aprender a que las personas aconsejen desde el currículum». Cipri Quintas también critica el «selfismo»: «nos hemos vuelto coleccionadores de ‘likes’ y ‘fans’, pero olvidamos que las redes sociales se inventaron para comunicarse, no para exhibirse. Aquella persona que sube a una montaña y envía un selfie cuya cara tapa la montaña es una metáfora bastante precisa de lo que está pasando, en el plano personal y en los negocios. ¿Es más importante la confirmación de nuestra presencia en ese lugar, que las vivencias y los momentos que nos podía haber dado la proeza de subir a la montaña, que pasa a un segundo plano?», se pregunta. Según su apreciación, la comunicación 2.0 siempre tiene que caminar hacia la 1.0 y nunca a la inversa.

Para concluir, Cipri Quintas, recuerda que el cuidado por los contactos en los negocios pasa por «no olvidar que detrás de un cliente o un socio sobre todo hay una persona», «intentar sumar y relacionar a unos con otros para que todos crezcan» -principio que le ha valido a ser definido como SEO de personas- o «invertir en acciones solidarias para ayudar a los más desfavorecidos».

«Que a los empresarios les vaya bien es muy positivo: eso hace que se genere negocio, riqueza, empleo…», finaliza Cipri Quintas, que ha compartido en su libro todas las claves recopiladas durante años, en vistas a que cualquier emprendedor pueda aplicar la inteligencia relacional al mundo de los negocios.

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