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Escenario optimista para las compañías energéticas

Escenario optimista para las compañías energéticas

Durante el primer trimestre de este año, el sector energético de Estados Unidos cayó un 5,9%. Este es el peor desempeño de los principales 11 sectores que combina el Standard & Poor’s 500 Index, mientras que el selectivo considerado como el más representativo de la situación real del mercado registró un retroceso del 1,22% en el trimestre.

Durante 2017 el S&P 500 subió un 20%, el sector de la energía disminuyó un 1%. En las 13 sesiones de negociación de este mes de abril las energéticas han recuperado más del 7%, frente a una subida del 2,5% en el índice de referencia. Es el sector que está ofreciendo el mejor comportamiento durante el último mes.

Las firmas de inversión estadounidenses respaldan las posiciones en el sector y hay varias recomendaciones de sobreponderación. Las estimaciones de crecimiento de los ingresos y beneficios están mejorando rápidamente y las ratios fundamentales muestran tendencia al alza.

La subida de los precios del petróleo mejora la rentabilidad de las compañías energéticas y es una de las razones que están generando este optimismo en el sector. Los precios del crudo West Texas Intermediate han subido un 10,30% en lo que va de año, en los últimos 12 meses registra una revalorización del 26%.

Hay otros factores que están propiciando las subidas en el sector. Las acciones de energía tienden a superar el rendimiento del mercado en general cuando las expectativas de inflación están aumentando, tal y como ocurre en este momento. Las tensiones geopolíticas en Oriente Medio generan temores de interrupciones de suministro energético, los precios del petróleo se disparan y beneficia a las energéticas.

Los ataques con misiles del pasado 14 de abril, dirigidos por los Estados Unidos contra Siria, junto con las sanciones contra Rusia, uno de los principales productores de petróleo, elevaron los precios del petróleo hasta niveles no vistos desde noviembre de 2014 y supuso viento de cola para el sector energético.

Otro catalizador que apoya al sector es el bajo precio del dólar, pues con la moneda estadounidense se fijan los precios de la mayoría de materias primas y hay una correlación inversa con los precios de las commodities y de las acciones energéticas. El índice dólar, que mide la fortaleza del billete verde contra seis divisas mayores, cotiza desde enero en rango lateral entre 90 y 88,45 puntos, en mínimos de tres años.

El ETF XLE tiene como subyacente un fondo que invierte en acciones de compañías de petróleo, gas, combustibles y de equipos y servicios energéticos que reflejan el comportamiento del sector. Tras las fuertes caídas de febrero en los mercados globales de acciones, el fondo cayó desde 78 a 66 dólares. En esta zona se inició una fase de consolidación, se frenaron los descensos y empezó a cotizar en rango.

El 2 de abril cerró justo en la base del lateral, en mínimos de siete meses. Desde entonces la subida es incesante y ha recuperado el 61,80% de las recientes caídas. Este porcentaje aparece en los niveles de retroceso de Fibonacci y el pasado miércoles 28 funcionó como resistencia. El matemático decía que, si se supera, lo más probable es que recupere el 100% de lo perdido.

energéticas

Análisis elaborado por David Pina, Analista Colaborador de ActivTrades.

Tiempos de incertidumbre para los mercados de valores

Tiempos de incertidumbre para los mercados de valores

«La incertidumbre cotiza a la baja en los mercados de valores», según dice un viejo dicho que podremos comprobar si es cierto esta semana. Por un lado, hemos tenido los bombardeos de EE.UU. y sus aliados contra objetivos teóricamente militares en Siria en represalia por el supuesto ataque químico de la semana pasada. La ONU, por otro lado, calma el enfado de Rusia por tomarse la justicia por su mano y no tratarlo como problema político. En China siguen buscando dónde aplicar nuevos aranceles a las importaciones estadounidenses también como represalia a EE. UU. por sus acciones contra las importaciones de acero y aluminio chinas.

Si a todo esto le añadimos que los mercados de valores estadounidenses han dejado de agasajarnos con máximos tras máximos, provocando que todo inversor se encuentre ahora algo desorientado y dubitativo entre las opciones que se presentan: aprovechar las correcciones para comprar a precios más atractivos que los de hace unos meses;  detenerse y valorar seriamente si estamos en un cambio de ciclo y por tanto, aprovechar las caídas para comprar ya no sería lo más aconsejable (en un mercado bajista hablaríamos de reacciones alcistas que no superan los máximos anteriores y sin embargo sí que perforan los mínimos vistos con anterioridad).

Hace justo un año el Íbex acariciaba los 11.200 puntos y desde entonces ha sufrido una casi perfecta pauta de máximos y mínimos decrecientes que le ha llevado a cotizar recientemente en los 9.400 puntos. Ni más ni menos que un 16% de corrección en un año en donde ha pesado más la incertidumbre con Cataluña que el crecimiento de la economía española, el empleo o las subidas del resto de los mercados de valores europeos y estadounidenses. Prueba fidedigna de que la incertidumbre cotiza a la baja.

Con el comienzo de esta nueva semana, vamos a tener la oportunidad de ver qué es lo que ocurre primero en los mercados de valores: si una ruptura de los recientes máximos o de los recientes mínimos.

En el caso del selectivo español estaremos atentos a los 9.930 puntos por la parte superior mientras que por la parte inferior tenemos bastante colchón hasta niveles ligeramente inferiores a los 9.400 puntos para ver un claro deterioro técnico. Por su parte, en el caso del S&P 500 estadounidense la zona de los 2.800 puntos pondría en entredicho esta teoría mientras que la pérdida de la zona de los 2.575 puntos dejaría claro la impotencia de seguir subiendo y lo más probable es que muchos inversores salgan del mercado.

Estamos hablando de niveles en algunos casos lejanos, sobre todo los soportes. Esas son las referencias técnicas y lo importante está en ver por dónde se sale más que cuándo se sale.

Análisis elaborado por Eduardo Bolinches, Analista Colaborador de ActivTrades.

¿Cómo han reaccionado los mercados ante la amenaza de una guerra comercial?

¿Cómo han reaccionado los mercados ante la amenaza de una guerra comercial?

En el momento en que Donald Trump ganó las elecciones se descontaron de forma inmediata los positivos efectos para las empresas de la reforma fiscal. Los principales selectivos de Wall Street salieron de la lateralidad que perduraba durante todo 2016 e iniciaron un impulso al alza que culminó con los récords históricos de enero y una subida del 38% en S&P 500, el 76% en el Nasdaq compuesto y un 48% en el Dow Jones, que agrupa a las blue chips de la Bolsa de Nueva York.

Sin embargo, las medidas proteccionistas prometidas por Trump en la campaña electoral hacia la Casa Blanca se están descontando estos días tras su confirmación. Es una muestra clara del optimismo característico que reina en un mercado alcista de nueve años de duración y una revalorización del 343% de media entre los índices más representativos de Estados Unidos.

De momento, la reacción en los mercados bursátiles a las medidas arancelarias de Trump es suficientemente grande como para destacar hasta en un gráfico de largo plazo. Los principales selectivos estadounidenses cerraron el pasado viernes su peor semana en más de dos años, con caídas del 6,5% en el Nasdaq, un 5,9% en el S&P 500 y el 5,7% en el Dow Jones.

La situación técnica de los principales índices del todo el mundo se ha deteriorado considerablemente. El S&P 500 ha perforado la directriz alcista de corto plazo y rebotó este lunes con fuerza justo desde el soporte ubicado en torno a los 2.600 puntos, por donde pasa también la media móvil de 200 sesiones.

El Dow Jones confirmó con los descensos del pasado jueves un patrón de cambio de tendencia en forma de hombro-cabeza-hombro invertido, y continuó cayendo hasta que encontró soporte en la media de 200 días, que pasa por los 23.400 puntos. El retroceso le llevó a perder los mínimos de febrero, una situación que por técnico confirma la tendencia a la baja.

El Nasdaq 100 se aleja de los máximos históricos establecidos a principios de marzo y cae por debajo de la línea de tendencia alcista de corto plazo. El lunes rebotó desde el soporte de los 6.530 puntos y cotiza lejos de los mínimos de febrero, marcados en 6.340.

El S&P 500 y el Dow Jones muestran claras divergencias respecto al Nasdaq. Si los selectivos estadounidenses retoman la senda alcista y se corrigen las diferencias, el potencial de subidas en el Dow Jones y el S&P 500 es más elevado que el índice tecnológico.

En Europa, el DAX 30 de Fráncfort perforó los 12.000 puntos y confirmó una bandera de continuación bajista de manual. Este patrón chartista de precios también se confirmó en el Euro Stoxx 50, el CAC 40 de París y en el Ibex 35.

El FTSE 100 de Londres perforó a principios de la semana pasada parte baja del rango lateral en el que cotizaba desde hace un año. Tras la ruptura se inició un fuerte impulso a la baja que le ha situado en los 6.800 puntos, niveles no vistos desde diciembre de 2016.

En un entorno económico mundial de incertidumbre, en los mercados de divisas aumentó la demanda de monedas seguras. El yen japonés, usado tradicionalmente como un activo refugio por el gran superávit de cuenta corriente del país, subió frente al dólar hasta máximos de 16 meses. Las posiciones cortas del yen se redujeron a su nivel más bajo desde noviembre de 2016.

El dólar regresó a mínimos de 39 meses, mientras que el euro y la libra se acercan a máximos anuales. El índice dólar, que calcula la situación del dólar estadounidense contra 6 divisas principales, se acerca de nuevo a los mínimos de tres años marcados en febrero en el soporte situado en los 88,40 puntos.

Los temores a la guerra comercial y la cautela mostrada la semana pasada por la Fed sobre el calendario de subidas de tipos de interés han situado al índice dólar una situación técnica compleja, ya que si se perforan los mínimos de febrero lo más probable es que se inicie otro impulso a la baja, que podría situarle en el siguiente nivel de soporte, ubicado en los 87 puntos.

El euro superó la resistencia de los 1,24 dólares y podría continuar subiendo hasta los máximos anuales de febrero, establecidos en 1.2525 dólares tras dispararse las presiones inflacionistas en Estados Unidos después de conocerse el informe de empleo de enero. Este es el nivel a batir para que se restablezca la tendencia alcista vigente desde principios de 2017.

La libra esterlina también acaricia sus máximos anuales y podría confirmar la tendencia al alza si supera los 1,4260 dólares durante las próximas sesiones.

En las materias primas, el precio del crudo y del oro al contado también se ha situado en máximos anuales. El barril de West Texas ataca la resistencia situada en torno a los 66 dólares, una barrera técnica que no ha sido superada desde noviembre de 2014. El oro lucha por superar la resistencia de los 1.355 dólares, que ha frenado los avances del WTI desde agosto de 2016.

Destacar que las medidas anunciadas por Donald Trump sobre China el pasado jueves 22 de marzo del 2018 tienen un periodo de consulta de 30 días antes de que entren en vigor. Este lunes el diario The Wall Street Journal señaló que EEUU y China estaban negociando con la intención de mejorar el acceso de los Estados Unidos a los mercados chinos.

El devenir de los mercados dependerá de las novedades que vayan apareciendo sobre las negociaciones antes de que entren en vigor los aranceles de Trump. Si se diluyen las tensiones y se alejan las expectativas de una batalla comercial entre las dos mayores economías del mundo, los bruscos movimientos que se han producido en los mercados financieros podrían revertirse y convertirse en fuertes subidas en los mercados de acciones y en el dólar, y en caídas generalizadas en las commodities.

Análisis elaborado por David Pina, Analista Colaborador de ActivTrades.

El Nasdaq aviva la tendencia alcista de Wall Street

El Nasdaq aviva la tendencia alcista de Wall Street

Durante el mes de febrero, las principales bolsas de Wall Street ofrecieron la oportunidad de posicionarse en la tendencia alcista, que cumplió ya nueve años este mes de marzo. Durante el desarrollo del tercer mercado alcista más largo de la historia de Wall Street, desde los mínimos de marzo de 2009 a los máximos históricos de enero de este año, el Dow Jones subió 20.116 puntos y registró una revalorización del 310%. El S&P 500 acumuló una subida de 2.200 puntos y avanzó un 330%, mientras que el Nasdaq compuesto lideró los avances con un alza superior al 500%, desde 1.265 enteros hasta los 7.511 puntos, donde cerró este miércoles 13 de marzo.

Las perspectivas de que continúe el sólido crecimiento económico durante este año y el próximo, junto con las fuertes rebajas fiscales de Estados Unidos y el buen tono que siguen mostrando los beneficios empresariales, son factores que podrían dar longevidad a la tendencia alcista de los principales índices estadounidenses.

A principios de febrero la escalada de los salarios en la mayor economía del mundo disparó las alarmas inflacionistas y las expectativas de mayores subidas de tipos de interés por parte de la Reserva Federal, provocando un bache del 12% en el Dow Jones, el S&P 500 y el Nasdaq.

En el gráfico diario del Nasdaq 100, cortesía del broker ActivTrades, pueden observar cómo el selectivo tecnológico se recuperó del varapalo en 20 sesiones de negociación y marcó nuevos máximos históricos este lunes en 7.134 puntos, entrando en subida libre, el aspecto técnico más alcista que pueda tener un activo cotizado.

Nasdaq

El récord de este martes es la única referencia de resistencia que hay en este momento en el Nasdaq, mientras que el récord de enero marcado en torno a los 7.000 puntos pasó a ser el primer nivel de soporte. El segundo soporte está situado en 6.900 y el tercero en los 6.770 puntos, en esta zona marcó el mínimo más reciente y la tendencia alcista seguirá intacta mientras se mantenga cotizando por encima de su tercer soporte.

En contraste, el Dow Jones cotiza a más del 3% de su récord histórico de enero y vuelve a marcar máximos decrecientes en gráfico diario. Si trazamos unas directrices que unan los máximos y mínimos más recientes, podremos verificar que las cotizaciones han dibujado un triángulo simétrico.

Este tipo de patrón chartista está considerado en análisis técnico como una figura de continuación de la tendencia previa, pero bajo mi punto de vista, es una muestra de igualdad de fuerzas entres alcistas y bajistas, ya que los osos venden cada vez a precios más bajos mientras que los toros van comprando a precios más elevados. Esta actitud de los operadores somete a una fuerte presión a las cotizaciones, y por ese motivo los triángulos simétricos acaban rompiéndose con movimientos bruscos en la mayoría de ocasiones.

El Dow Jones tiene su primer nivel de resistencia situado en los 25.755 puntos, mientras que el primer soporte está ubicado en los 2.445 enteros. La ruptura de alguno de estos niveles determinará la dirección del siguiente movimiento tendencial.

Dow Jones

El S&P 500 también tendría que subir entorno al 3% para alcanzar su récord de enero, recientemente ha marcado un doble máximo en la resistencia ubicada en 2.800 puntos. En este caso, la línea de directriz alcista que une los mínimos crecientes y el doble techo, dibujan un triángulo ascendente. Un patrón chartista de connotaciones alcistas que será confirmado con cierres por encima de los 2.800 puntos.

Si supera esta barrera técnica quedará el camino despejado hasta el máximo histórico de enero, establecido en los 2.872 enteros. Por la parte baja, hay que vigilar el soporte de los 2.680 puntos, aquí marcó el mínimo más reciente y si cae por debajo empeorará considerablemente su aspecto técnico de corto plazo.

En los gráficos adjuntos pueden comprobar dónde están situados las principales referencias de soporte y resistencia.

S&P 500

Análisis elaborado por David Pina, Analista Colaborador de ActivTrades.

Febrero, el peor cierre mensual para el mercado de acciones desde enero del 2016

Febrero, el peor cierre mensual para el mercado de acciones desde enero del 2016

Al cierre del mes de febrero, los principales índices de bolsa de Estados Unidos y Europa cierran a la baja, llegando a completar su peor cierre mensual desde enero del 2016. El índice del S&P 500 rompe una racha ganadora de diez meses consecutivos al alza y no logra superar su registro previo de once meses consecutivos al alza durante el periodo de marzo de 1958 a enero de 1959. Las caídas de este miércoles culminaron con un mes de alta volatilidad y temores sobre la posibilidad de que el incremento de la inflación pudiera llevar a la Reserva Federal a aumentar sus tipos de interés más rápido de lo previsto.

Los comentarios del martes pasado del nuevo presidente de la Reserva Federal (Fed), Jerome Powell, continúan lastrando el mercado de valores. Los inversores están tratando de descifrar la posición de la Reserva Federal de aquí a fin de año. La caída del miércoles llegó hacia finales de la sesión tanto en Europa como en Estados Unidos. Esas caídas hacia finales de la jornada de negociación son bastante preocupantes para los operadores de bolsa, porque indican un nerviosismo generalizado en los mercados. El sector que más cayó durante esa sesión fue el sector de energía, debido al retroceso bajista que ha tenido el petróleo.

Los niveles técnicos también han jugado un papel importante en la caída del S&P 500 durante la sesión del miércoles, ya que, al romper por debajo de su media móvil de 55 días, las ventas aumentaron en los componentes del índice. Esto es relevante debido a que los programas automatizados de negociación reaccionan a las roturas de ciertos niveles técnicos e inician automáticamente las órdenes de venta. El índice de volatilidad del VIX también cierra al alza y llega a su nivel más alto en una semana, alrededor del 19,85.

Durante el mes de febrero, el Dow Jones perdió un 4,3%, mientras que el S&P 500 perdió un 3,9%. El Nasdaq perdió un 1,9% en febrero, siendo esta su mayor caída porcentual desde octubre del 2016. El cierre del mes también ha confirmado una corrección del 10% para el mercado de valores, pero el pequeño rebote alcista de la semana pasada contribuyó a que las pérdidas fueran menores. Desde su máximo histórico del 26 de enero en los 2.878 puntos, el S&P 500 ha caído un 5,6%. En Europa, el índice del Europe Stoxx 600 cae un 4% para el mes de febrero y cierra su peor mes desde junio del 2016.

A pesar del aumento de la aversión al riesgo en los mercados de acciones, la tendencia alcista se mantiene. El 75% de las acciones que componen el S&P 500 han reportado beneficios empresariales en línea o por encima de lo esperado, lo cual es señal de que la economía estadounidense se mantiene en expansión. El problema es que ese mismo desempeño económico empuja a la Reserva Federal a aumentar sus tipos de interés. De hecho, según el mercado de futuros, hay un 99% de probabilidades de que durante este año se lleven a cabo tres aumentos de tipos de interés por parte de la Fed.

Sobre el gráfico diario del S&P 500, cortesía del broker ActivTrades, podemos observar cómo ha aumentado la volatilidad desde finales de enero. La subida que traía el índice fue ordenada y sostenible con muy pequeños retrocesos en el camino, pero ahora definitivamente está muy difícil determinar una dirección clara. De continuar cayendo, es posible que el nivel de los 2.700 puntos actúe como soporte. Hacia arriba, su resistencia más cercana se encuentra en los 2.800 puntos, pero el índice debería de romper el máximo en los 2.878 puntos para poder regresar con su tendencia alcista.

mercado de acciones

Análisis elaborado por Alexander Londoño, Analista Colaborador de ActivTrades.

La volatilidad de los movimientos actuales en los mercados de capitales

La volatilidad de los movimientos actuales en los mercados de capitales

«El regreso de la volatilidad»:

El calendario de la semana pasada pasará a la historia: En Estados Unidos el índice de volatilidad CBOE Volatility Index o VIX, conocido también en el mercado como un “indicador del miedo”, subió más del 100% hasta alcanzar su nivel máximo desde agosto de 2015; además, la variación diaria real de la volatilidad del mercado de renta variable estadounidense S&P 500 alcanzó un récord histórico y no había sido tan elevada desde que se inició la serie de datos a principios de la década de 1990. ¿Estamos presenciando el retorno de la volatilidad a los mercados de capitales internacionales tras años de fluctuaciones de precios artificialmente bajos debido a la política monetaria expansiva de los bancos centrales globales?

En el contexto descrito, sufrieron presión bajista no solo las bolsas, sino también los mercados de materias primas y los de renta fija. Para estos últimos, parece que sobre todo los datos, mejor de lo esperado, del mercado de trabajo y los salarios de EE. UU. han sido un detonante importante. El aumento de los salarios podría hacer que suba la inflación, que en estos momentos aún es moderada, y llevar a la Reserva Federal (la Fed) a elevar los tipos de interés más rápidamente. Si bien gran parte del repunte de la inflación general se debe al aumento del precio del petróleo, es de prever que también la inflación subyacente siga aumentando gradualmente a medida que las brechas de producción se reduzcan. Los bonos vinculados a la inflación de EE. UU. ya descuentan, cada vez más, ese escenario, y también aumentó a más del 80% la probabilidad de que, en la próxima reunión de la Fed que se celebrará en marzo, se apruebe una subida de los tipos: en nuestra opinión, la primera de tres dentro del año en curso.

Ahora bien, a pesar de la cauta tendencia alcista en los tipos, la política monetaria global no ha dejado de ser acomodaticia y, además, las condiciones de la economía mundial siguen siendo favorables. No obstante, el ligero debilitamiento que han registrado últimamente los datos económicos de EE. UU. y China, el entorno económico mundial está listo para mejorar aún más. Esto sentará las bases para que la economía mundial continúe creciendo por encima de su potencial durante los meses venideros. A pesar de ello, parece que se están abriendo las primeras fisuras en el actual contexto económico de «Goldilocks» (de sólida expansión económica, mejora de los beneficios empresariales e inflación estable):

  • Han aumentado las probabilidades de que la dinámica de la economía se debilite durante el segundo semestre.
  • A pesar del incremento de los beneficios empresariales, las valoraciones de algunas clases de activo están ahora más caras (por ejemplo, las del S&P 500 o las de los bonos del segmento «high yield»).
  • Parece que la normalización de la política monetaria internacional en un contexto de aumento de la presión inflacionista no está del todo descontada en los mercados de capitales.
  • Hay señales de que los mercados se han vuelto demasiado complacientes. Por ejemplo, no se presta suficiente atención a los riesgos políticos, el ánimo de los inversores es extremadamente optimista y estos mantienen escasas reservas de efectivo, y las expectativas sobre los beneficios, en el contexto de la reforma fiscal estadounidense, han sufrido notables ajustes al alza (= señal contraria).
  • Durante los últimos años se han creado desequilibrios macroeconómicos. Por ejemplo, el sobrecalentamiento de determinados mercados inmobiliarios o ciertos segmentos de estos, y aumento del endeudamiento en el sector empresarial no financiero de EE. UU.

Claves de la próxima semana:

En EE. UU., en la próxima semana destacan los siguientes datos de la economía real:

  • Los precios al consumidor (IPC subyacente), junto con las ventas minoristas (tanto los primeros como las segundas se conocerán el miércoles), podrían calmar, al menos a corto plazo, la inquietud por que en adelante la política monetaria estadounidense se vuelva más restrictiva.
  • En relación con la coyuntura económica, es probable que se conceda cierta atención a los dos indicadores adelantados que son el índice manufacturero Empire State y el índice de la Reserva Federal de Filadelfia (los dos el jueves), para saber si la positiva evolución económica de EE. UU. tiene también su reflejo a comienzos del nuevo año.
  • La buena disposición de los consumidores estadounidenses, apoyada por el sólido mercado de trabajo, podría ponerse de manifiesto también en el índice de confianza de los consumidores de la Universidad de Michigan (viernes).

Dentro de la Unión Europea, probablemente solo los datos económicos del Reino Unido capten la atención de los participantes en el mercado. Así, los precios al consumidor (IPC subyacente) que se publicarán a principios de la semana (martes) podrían proporcionar otra indicación sobre si cabe esperar que el Banco de Inglaterra profundice la normalización de su política monetaria a lo largo del año.

En Asia, las miradas están puestas en Japón. Además de los pedidos recibidos de máquinas (herramientas) —que sirven de indicador de la actividad inversora de las empresas— es de suponer que también los datos sobre el crecimiento económico y los gastos de consumo del cuarto trimestre se aguarden con expectación. Si bien la economía de Japón parece estar debilitándose un poco, el crecimiento de ese país debería de seguir moviéndose por encima del potencial.

Actuar:

La actual situación de mercado podría compararse con una cinta elástica, que primero se tensó demasiado y ahora se recupera. En los mercados globales, las cotizaciones se encuentran en el nivel de principios de enero, aun cuando, por el contrario, las primas de riesgo de los bonos corporativos se han mantenido prácticamente sin cambios y los rendimientos reales dentro del segmento de la deuda pública continúen en un nivel bajo o incluso negativo. Además:

  • En los países industrializados no hay signo alguno de recesión o de «aterrizaje duro»; la recuperación económica sigue intacta.
  • Es cierto que los indicadores monetarios apuntan a un debilitamiento de la dinámica de crecimiento en el segundo semestre de 2018, pero la política monetaria global continúa siendo muy acomodaticia.
  • Atendiendo a los índices de fuerza relativa, parece que en estos momentos la situación técnica de los mercados de renta variable es, en parte, de notable sobrecompra.

Los participantes en el mercado deberían tener presente que, en el curso de la normalización de la política monetaria, es de esperar que suban los rendimientos en el mercado estadounidense de renta fija, lo que a medio plazo debería de llevar a que la volatilidad aumente otra vez, en dirección a su media a largo plazo (véase el Gráfico de la semana).

mercados de capitales

Informe elaborado por Stefan Scheurer Director, Global Capital Markets & Thematic Research.