India, un mercado emergente con gran potencial

India, un mercado emergente con gran potencial

La India es un mercado que nos sigue gustando a pesar del fuerte rally observado en 2017. Nuestra perspectiva positiva es estructural y se debe al importante proceso de reformas en el que viene inmerso el país desde hace tres años.

Las últimas reformas tienen que ver con la inversión directa extranjera, y las medidas concretas han ido encaminadas a:

  1. liberalizar el sector minorista de marca única, ahora totalmente abierto a la inversión extranjera bajo la llamada ruta automática, sin requerimiento de permisos del gobierno.

    2. Se han levantado las restricciones de inversión desde el exterior en los sectores de la aviación y sectores médicos. Previamente las restricciones también fueron levantadas en los sectores de defensa, seguros, construcción, y ferrocarriles.

    3. Los límites de actividad para todas las personas de origen indio, pero que viven en el extranjero, también han sido relajadas.

    4. Adicionalmente algunas medidas fueron introducidas el año pasado para que las empresas extranjeras estuvieran exentas durante tres años del requerimiento de abastecerse de bienes locales en el 30% de todo su consumo. Esta medida se alarga hasta los cinco años de exención en el caso del sector minorista de marca única.

Con estas medidas de clara liberalización de sectores clave se ha conseguido que la inversión extranjera pase de representar un 1% del PIB en el año 2014 a cerca del 2% del PIB hoy. Viendo otros países comparables como México o Brasil, en donde el peso de la inversión extranjera representa el 3% y el 4% del PIB respectivamente, nos inclinamos a pensar que el avance de la India en este campo tiene todavía mucho recorrido, sobre todo si la aproximación política del gobierno de Narendra Modi sigue siendo liberalizadora.

Todas estas reformas deben añadirse a las importantes reformas observadas en el 2017. En especial a la reforma impositiva conocida con el nombre de GST, y que unificaba y simplificaba la densa estructura de impuestos empresariales, facilitando así la inversión y la iniciativa privada. También cabe mencionar la aprobación de la importante reforma financiera, con el nuevo código de insolvencia y bancarrota, que tenía por fin agilizar los procesos de resolución bancaria, desde los nueve años a nueve meses.

Cabe mencionar también el nuevo programa de recapitalización bancaria que el ministro de economía propuso mediante la venta de bonos gubernamentales (llamados bonos de recapitalización) que compraría la propia banca con sus tremendos excedentes de caja. Con el dinero recibido, el gobierno compraría las nuevas acciones emitidas por los bancos vía ampliación de capital. De esta manera se mejora la posición y la adecuación de capital de los bancos, lo que liberará gran parte de sus activos para ser prestados, y con ello relanzar el ritmo de crecimiento del crédito desde el 7% actual algo más cercano al 20%, más característico de una economía emergente.

Todo ello hace que nos sintamos confortables con una inversión en el mercado de renta variable de la India a largo plazo, para la que situamos el próximo objetivo en el índice Sensex en los 41.300.

Artículo elaborado por Álex Fusté, economista jefe de Andbank.

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