Las ICO, “Initial Coin Offering”, son unas de las principales herramientas que dan luz a los nuevos desarrollos de criptomonedas. Se trata de un proceso de financiación que elude un aumento de capital riguroso, donde promotores tienen la oportunidad de comprar una cierta cantidad de la criptomoneda prioritariamente, ya sea mediante moneda legal u otras criptomonedas.
El proceso de la ICO funciona, como ya hemos expuesto en el título, prácticamente como una campaña de crowdfunding, siendo necesarios varios pasos:
- Presentación del proyecto,
- Objetivo del proyecto,
- Definición de necesidades y características de financiación,
- Tiempo límite y
- Recompensas para los inversores.
Entrando en más detalle en alguno de estos pasos, podríamos anotar que en las características de la financiación se puede establecer el tipo de dinero que se acepta. En cuanto al tiempo límite, hace referencia a la duración de la campaña de la ICO en cuestión.
El dinero que aportan los inversores durante la campaña se realiza mediante la compra de criptomonedas del proyecto, siendo éstas conocidas como “Tokens”. Una vez finalizada la campaña del ICO, si no se han cumplido las necesidades de financiación, el dinero se devuelve a los inversores, de lo contrario, se iniciaría el proyecto.
Los inversores esperan que el esquema salga adelante para poder comprar las primeras criptomonedas del proyecto con la confianza de que su valor aumentará tras el lanzamiento, generándoles grandes beneficios.
Como ejemplo de ICO podríamos mencionar el caso de Ethereum, que ha sido uno de los más exitosos, recaudando 31.531 bitcoins en su campaña de lanzamiento en 2014, lo que dejó el valor de cada ether a aproximadamente 0,34€ y que en 2016 ya cotizaba a cerca de 11,90€ el ether. Hay cantidad de portales de internet donde pueden consultarse las listas con las ICOs activas en cada momento y que redireccionan a las webs de los desarrolladores donde exponen los sus proyectos.
Por sucesos como este ha ido surgiendo especulación en torno a las ICO, ya que, si el especulador consigue adelantarse al mercado y detectar que proyectos pueden triunfar, puede conseguir grandes beneficios tras su revalorización. No obstante, tiene que estar dispuesto a especular en un mercado con poca oferta y poca liquidez.
En definitiva, podemos afirmar que las ICO son una gran herramienta de financiación, que puede dar luz a proyectos inmensamente interesantes tanto para los desarrolladores como para los inversores que apuesten por ellas.