Una historia de Bitcoin – Contada a través de los cinco grupos que lo compraron

Las recientes fluctuaciones en el valor de Bitcoin son solo las últimas de una serie de subidas y bajadas espectaculares en su precio desde su creación en 2009. (Aunque dicho precio ha disminuido recientemente de manera muy significativa, el valor del Bitcoin en el último año se ha revalorizado un 61%).

Los analistas a menudo desprecian a los compradores de Bitcoin, señalándolos como víctimas ingenuas de una burbuja fraudulenta. Pero si miramos con más cuidado, podemos rastrear la historia de Bitcoin a través de cinco claves. Cada una ha atraído a un grupo diferente de compradores y al hacerlo contribuyó al crecimiento de su valor a largo plazo.

 

Los Idealistas

Bitcoin surgió de una persona o pequeño grupo especializados en criptografía que estaban tratando de resolver el problema del «doble gasto» que enfrenta el dinero digital: el «dinero en efectivo» como archivo digital podía copiarse fácilmente y luego utilizarse varias veces. El problema es fácilmente resuelto por las instituciones financieras, que usan un libro contable seguro para registrar cuánto tiene todo el mundo en sus cuentas, pero los criptógrafos querían una solución que se asemejara más al dinero físico: privado, imposible de rastrear e independiente de terceros como el bancos.

La solución de Satoshi Nakamoto fue el Blockchain de Bitcoin, un libro contable público criptográficamente seguro que registra las transacciones de forma anónima y se guarda como copias múltiples en las computadoras de muchos usuarios diferentes. La primera clave del valor de Bitcoin fue incorporada en el «white paper» original de Nakamoto. Se afirmaba que Bitcoin sería superior a las otras formas existentes de dinero electrónico, como las tarjetas de crédito, proporcionando beneficios como la eliminación de cargos a los comerciantes y la reducción de las tarifas de transacción.

 

Los Libertarios

Pero desde una etapa temprana, Nakamoto también comercializó Bitcoin a una audiencia «libertaria». Lo hizo al subrayar la ausencia de cualquier autoridad central y, en particular, la independencia de Bitcoin respecto de los estados y las instituciones financieras existentes.

Nakamoto criticó a los bancos centrales por rebajar el valor del dinero al emitir cantidades crecientes del mismo y estableción que Bitcoin tuviera un límite estricto sobre la cantidad que podría emitirse. Y enfatizó el anonimato de las transacciones de Bitcoin: seguro, más o menos, de las miradas indiscretas del estado. Los «libertarios» se convirtieron en entusiastas defensores y compradores de Bitcoin, más como un acto de rebelión que por razones financieras. Estos han seguido siendo muy influyentes en la comunidad de Bitcoin.

 

Los Jóvenes Inteligentes

Sin embargo, estos dos anteriores grupos eraa pequeños, y Bitcoin realmente comenzó a despegar en julio de 2010 cuando un breve artículo en Slashdot.org («noticias para cerebritos») se divulgó entre muchos potenciales jóvenes compradores y técnicamente expertos. Esta comunidad fue influenciada por la «ideología californiana»: creencia en la capacidad de la tecnología y los emprendedores para transformar el mundo.

Muchos compraron pequeñas cantidades a un precio bajo y quedaron desconcertados al encontrarse con que sus inversiones habian aumentando significativamente cuando el precio se multiplicó. Se acostumbraron a grandes fluctuaciones en el precio y frecuentemente abogaban por «hodling» de Bitcoin (una ortografía incorrecta de «hold» (mantener), usada por primera vez en un mensaje icónico publicado por un usuario ebrio decidido a repudiar constantes mensajes de «venta» que recibia diariamente por parte de comerciantes) . Los hodlers insistieron, medio en borma, medio en serio, que Bitcoin iría «¡a la luna!» (Usado 178,000 veces en los foros de bitcointalk), y hablaban de comprar «lambos» (Lamborghinis) con sus ganancias. Esta ligereza contracultural generó un sentido de comunidad y un compromiso de almacenar Bitcoin que ayudaría a mantener su valor.

 

Los Inversores

Los dos últimos grupos que han contribuido a la historia de Bitcoin son más convencionales. Lo que considero de este cuarto grupo de inversores es que son especuladores que se han sentido atraídos por la volatilidad y los picos en los precios de Bitcoin.

Por un lado, tenemos los operadores del día, que esperan explotar la volatilidad del precio de Bitcoin comprando y vendiendo rápidamente para aprovechar los movimientos de los precios a corto plazo. Al igual que los especuladores en cualquier otro activo, no tienen un interés real en el panorama general o en las cuestiones de valor inherente, solo en el precio actual. Sus únicas claves son «comprar» y «vender», a menudo empleadas en un intento de influir en el mercado.

Por otro lado, tenemos aquellos que están atraídos por las noticias de burbujas de precios. Irónicamente, las noticias sobre burbujas finacieras en la prensa, que a menudo son diseñadas para disuadir a los inversores, pueden tener el efecto contrario. Estos inversores se unen a lo que Keynes llamó un «concurso de belleza»: solo les importa lo que otras personas estén dispuestas a pagar por un Bitcoin en el futuro a corto o mediano plazo.

 

Los Equilibradores De Carteras Finacieras

El último y más reciente grupo de compradores de Bitcoin son los que equilibran la cartera: inversores más sofisticados que compran Bitcoin para protegerse contra riesgos más amplios en el sistema financiero. De acuerdo con la teoría de la cartera moderna, los inversores pueden reducir el riesgo de sus carteras en general al comprar Bitcoin porque sus altibajos no se alinean con los de otros activos, lo que proporciona un seguro contra los bloqueos del mercado bursátil. Este es un grupo emergente, pero que podría aumentar significativamente la aceptabilidad de Bitcoin entre los principales inversores.

 

 

El valor de Bitcoin, entonces, se ha basado en una serie evolutiva de claves que se han inspirado sucesivas oleadas de compradores. Mientras que los analistas de la corriente dominante a menudo estiman que Bitcoin carece de valor inherente, todos los valores del mercado de activos dependen de procesos clave como estos.

Bitcoin puede colapsar nuevamente, pero también puede hacerlo cualquier otro activo financiero. Invertir en Bitcoin no es ni más ni menos arriesgado que invertir en la última compañía de tecnología lanzada en el mercado bursátil sin haber obtenido ningún beneficio.

 

Fuente: TheConversation.com

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