La nueva normativa contable internacional encarecerá los créditos

A partir del 1 de enero de 2018 todas las entidades bancarias de los distintos Estados miembros deberán aplicar la nueva Norma Internacional de Información Financiera (NIIF 9) Instrumentos Financieros de la Comisión Europea. Se prevé que el cumplimiento de este reglamento encarecerá y restringirá más los créditos grandes y los préstamos hipotecarios, ya que obliga a los bancos a dotar más los créditos de riesgo para poder afrontar las pérdidas futuras.

Por su parte, el Banco de España publicó en el BOE el pasado 6 de diciembre, el texto definitivo de la circular 4/2017, de 27 de noviembre, del Banco de España, a entidades de créditos, sobre normas de información financiera pública y reservada, y modelos de estados financieros, con el objetivo de adaptar el régimen contable de las entidades de crédito españolas a los cambios del ordenamiento contable europeo derivados de la adopción de las dos nueva normas NIIF 9 y NIIF 15, que modifican los instrumentos financieros y los criterios de contabilización de los ingresos ordinarios, respectivamente.

Pues, la nueva normativa modifica el modelo de estimación de las provisiones bancarias y obliga a los bancos a blindarse ante posibles pérdidas. Se trata de hacer previsiones y cambiar el sistema de dotaciones, que hasta ahora se ha hecho según “pérdidas incurridas”, por otro de “pérdidas esperadas”. Además, para calcular las dotaciones, los bancos estarán obligados a usar diversos factores macroeconómicos.

La nueva regulación bancaria clasifica los riesgos como normales (stage 1), normales en vigilancia especial (stage 2) y, dudosos o impagados (stage 3). Hasta la fecha, los normales se han dotado de una provisión bastante pequeña. Sin embargo, a partir del año 2018, estos créditos deberán provisionarse a doce meses. En cuanto a los créditos de vigilancia especial y los dudosos, estos deberán incorporar la probabilidad de sufrir una pérdida durante toda la vida de la operación. En el caso de los préstamos de vigilancia especial, las coberturas serán mucho más elevadas en comparación con las actuales. Las dotaciones para cualquiera de los tres tipos se podrán calcular con la ayuda de modelos contables estandarizados o individualizados.

Esta normativa pretende que las entidades financieras gestionen mejor sus activos y puedan hacer frente a posibles impagos. A pesar de ello, muchos expertos advierten que este cambio tendrá un efecto negativo en el sector, ya que los bancos tendrán que apartar más dinero para cubrir los créditos. Según las estimaciones de la Autoridad Bancaria Europea (EBA), este cambio supondrá un incremento de las provisiones del 13% de promedio a las grandes entidades financieras, o 45 puntos básicos de capital CET1.

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