Cada día, millones de personas en el mundo llevan a cabo acciones tan sencillas como abonar el recibo del gas o la reparación del vehículo. Este acto se suele realizar a través de una entidad bancaria. El importe que marca la factura se transfiere o traspasa desde la cuenta bancaria de una persona hasta la cuenta bancaria de otra persona y la operación queda registrada en el balance de ambas cuentas bancarias, que es conocida y validada por la entidad bancaria.
Supongamos que esta operación comercial se realizara transfiriendo una moneda virtual, por ejemplo, eurocoins. Con esta moneda virtual, que es aceptada por la compañía de gas o por el pintor, queda abonada la factura correspondiente.
El proceso de la transferencia se registra en una base de datos que está almacenada en millones de ordenadores y en un formato que denominamos blockchain o cadena de bloques.
Cada X minutos, el conjunto de operaciones confirmadas a través de este sistema, se integran en un bloque que se registra y se encadena al bloque anterior del mismo modo que se engancha un nuevo vagón a un tren. A partir de ese momento la operación queda encriptada sin que se pueda modificar ni alterar.
Al utilizar claves encriptadas y estar presente en muchos ordenadores (personas que tienen conectado su ordenador a la red o plataforma) es imposible que desde alguno de los ordenadores se pueda manipular o la operación se pueda revertir. El intento de modificación en uno de los ordenadores no afecta, ya que habría que hacer el cambio en todas las copias o alcanzar un consenso de la mayoría de participantes (nodos) del sistema.
De este modo, la cadena de bloques se convierte en una especie de libro de contabilidad digital público, compartido por un determinado número de usuarios y en constante actualización.
A través de blockcain se puede operar con dinero, pero también se pueden realizar otros muchos tipos de operaciones y registros como transferir un título de propiedad de una casa o de un coche, unos derechos de autor, o dejar registrado un título académico.
Este sistema de registro de información será de suma utilidad en determinados ámbitos de la sociedad como notarías, registros de la propiedad, ciberseguridad, Internet de las cosas, y en los propios bancos.
Durante bastante tiempo el foco de la atención se ha centrado en las posibilidades que aportan las nuevas monedas y apenas se ha prestando atención a la tecnología que hace posible operar con ellas de una manera rápida, eficaz y segura.
Pero ahora se está descubriendo las posibilidades de gestión que proporciona este nuevo modelo de operar: eficiencia, rápida, segura y económica.
Como diría Confucio hemos estado mirando el dedo como necios, mientras el sabio señalaba la luna.
Qué características o ventajas aporta Blockchain o cadena de bloques?
El sistema de transferencia y registro de activos financieros a través de la tecnología Blockchain se caracteriza porque
- La validación de los datos se hace por consenso entre usuarios perfectamente identificados.
- La información de las transacciones se agrupa en bloques, es inmutable, está protegida en una red compartida, no se puede borrar y está registrada en un histórico repartido en una red.
- Cualquier persona puede participar si dispone del software requerido. Cualquiera puede realizar operaciones y cualquiera puede acceder a la información registrada en la cadena de bloques.
- La seguridad es total porque el protocolo criptográfico, la confidencialidad y la seguridad de blockchain lo vuelve virtualmente inquebrantable.
- La transparencia es total ya que al ser abierto, cualquier miembro registrado puede acceder a la cadena de bloques para conocer o verificar las operaciones realizadas.
- La confianza es absoluta pues es prácticamente imposible realizar cambios.
- Elimina la necesidad de una entidad central que de la confianza, que pasa a estar depositada en los nodos que conforman la red.
- Permite registrar cualquier tipo de transacción financiera, no sólo las monetarias.
- Universaliza la gestión puesto que pueden operar personas desde cualquier lugar del mundo, basta determinar el destino.
En síntesis, las características reseñadas convierten la tecnología blockchain es un recurso seguro para las personas e instituciones que manejen gran número de datos, necesiten ser transparentes y sobretodo que quieran encaminarse hacia la tecnología del futuro.
Todo apunta a que Blockchain puede cambiar para siempre la forma de funcionar de la banca. Suprimirá puestos de trabajo, pero alumbrará otros que aún no imaginamos.