Escenario optimista para las compañías energéticas

Durante el primer trimestre de este año, el sector energético de Estados Unidos cayó un 5,9%. Este es el peor desempeño de los principales 11 sectores que combina el Standard & Poor’s 500 Index, mientras que el selectivo considerado como el más representativo de la situación real del mercado registró un retroceso del 1,22% en el trimestre.

Durante 2017 el S&P 500 subió un 20%, el sector de la energía disminuyó un 1%. En las 13 sesiones de negociación de este mes de abril las energéticas han recuperado más del 7%, frente a una subida del 2,5% en el índice de referencia. Es el sector que está ofreciendo el mejor comportamiento durante el último mes.

Las firmas de inversión estadounidenses respaldan las posiciones en el sector y hay varias recomendaciones de sobreponderación. Las estimaciones de crecimiento de los ingresos y beneficios están mejorando rápidamente y las ratios fundamentales muestran tendencia al alza.

La subida de los precios del petróleo mejora la rentabilidad de las compañías energéticas y es una de las razones que están generando este optimismo en el sector. Los precios del crudo West Texas Intermediate han subido un 10,30% en lo que va de año, en los últimos 12 meses registra una revalorización del 26%.

Hay otros factores que están propiciando las subidas en el sector. Las acciones de energía tienden a superar el rendimiento del mercado en general cuando las expectativas de inflación están aumentando, tal y como ocurre en este momento. Las tensiones geopolíticas en Oriente Medio generan temores de interrupciones de suministro energético, los precios del petróleo se disparan y beneficia a las energéticas.

Los ataques con misiles del pasado 14 de abril, dirigidos por los Estados Unidos contra Siria, junto con las sanciones contra Rusia, uno de los principales productores de petróleo, elevaron los precios del petróleo hasta niveles no vistos desde noviembre de 2014 y supuso viento de cola para el sector energético.

Otro catalizador que apoya al sector es el bajo precio del dólar, pues con la moneda estadounidense se fijan los precios de la mayoría de materias primas y hay una correlación inversa con los precios de las commodities y de las acciones energéticas. El índice dólar, que mide la fortaleza del billete verde contra seis divisas mayores, cotiza desde enero en rango lateral entre 90 y 88,45 puntos, en mínimos de tres años.

El ETF XLE tiene como subyacente un fondo que invierte en acciones de compañías de petróleo, gas, combustibles y de equipos y servicios energéticos que reflejan el comportamiento del sector. Tras las fuertes caídas de febrero en los mercados globales de acciones, el fondo cayó desde 78 a 66 dólares. En esta zona se inició una fase de consolidación, se frenaron los descensos y empezó a cotizar en rango.

El 2 de abril cerró justo en la base del lateral, en mínimos de siete meses. Desde entonces la subida es incesante y ha recuperado el 61,80% de las recientes caídas. Este porcentaje aparece en los niveles de retroceso de Fibonacci y el pasado miércoles 28 funcionó como resistencia. El matemático decía que, si se supera, lo más probable es que recupere el 100% de lo perdido.

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Análisis elaborado por David Pina, Analista Colaborador de ActivTrades.

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