Los Bancos Europeos llevan dos años preparándose para dar el paso hacia la directiva europea sobre servicios de pago revisada, conocida como PSD2. Esta nueva regulación sirve de catalizador a la banca tradicional para que evalúen urgentemente su modelo de negocio y definan el rol que quieren adoptar en el futuro de la industria, así como el papel que desempeñarán en la vida de sus clientes.
La PSD2 implica grandes cambios, como el aumento de la competencia, la innovación y la transparencia en el mercado de pagos europeo, mejorando así la seguridad de las transacciones en Internet y el acceso online a las cuentas. Se espera que la competencia aumente, a medida que surjan nuevos desafíos en los sectores del comercio electrónico y la tecnología. Asimismo, el usuario tendrá todo el poder en sus manos, más opciones donde elegir y una mejor experiencia bancaria en general.
Lo que sí se sabe con total seguridad, es que el cambio del mercado es inevitable. PwC asegura que «en 2018 se va a redefinir el modelo de negocio de las entidades financieras tradicionales». Las FinTech también están cambiando su modelo de negocio, por ejemplo Evo Banco, cinco años después de nacer, cambió su modelo estratégico con la intención de convertirse en pionero de la transformación digital y la banca móvil. De hecho, la entidad cerró 39 oficinas en 2017, quedándose solo con cinco para volcarse en la banca digital.
En lo que se refiere a los grandes bancos, Santander lidera las asociaciones con las FinTech. Hace poco, Santander Innoventures, el fondo de capital emprendedor de tecnología financiera del Grupo Santander, ha anunciado la inversión en las empresas británicas Pyxoneye y Curve, y en la estadounidense Gridspace, que se dedican a la personalización predictiva, la tecnología financiera conectada y la inteligencia conversacional, respectivamente.
Por otro lado, los clientes se muestran cada vez más interesados en esta forma alternativa de hacer las cosas en el mundo digital actual, donde el comercio electrónico y los gigantes tecnológicos están invadiendo el territorio de los bancos. Prueba de ello es un estudio reciente sobre banca minorista elaborado por Bain & Company junto con Research Now que ha revelado que el 60% de los españoles estaría dispuesto a realizar operaciones bancarias con una empresa tecnológica como Amazon o Apple.
Los bancos tradicionales convierten a sus rivales en aliados
A pesar de la competencia existente entre lo antiguo y lo nuevo, algunos bancos tradicionales están creando tendencia mediante el establecimiento de marketplaces y asociaciones con FinTech y terceros para ofrecer servicios a través de una misma plataforma similar a la de Amazon. Al percibirse como socios potenciales en lugar de como competencia, pueden aprovechar sus fortalezas comunes, satisfacer las necesidades de los clientes de hoy e impulsar la innovación para los clientes de mañana.
Y es que, la industria está cada vez más abierta a la colaboración. En este contexto, una encuesta global de PwC ha revelado que el 45% de las entidades financieras tradicionales –el 32% el año pasado- reconoce tener ya algún tipo de acuerdo con compañías FinTech, y un 82% asegura que van a aumentar el número de alianzas durante los próximos cinco años.
Por su parte, Eduardo Esparza, VP Country Manager de Affinion España, destaca “desde Affinion llevamos más de 40 años trabajando con la mitad de los principales bancos de EEUU y Europa, como RBS Group o Société Générale, ayudándoles a aportar un valor diferencial en las interacciones con sus clientes. Hemos vivido como los grandes bancos han trabajado sin descanso durante años para crear marcas de confianza y ganarse la fidelidad del consumidor. Si bien es cierto que las FinTech han entrado al mercado para aportar la agilidad y experiencia digital de la que a menudo carece la Banca, debido a la gran cantidad de regulaciones e infraestructuras heredadas”.
No obstante, la integración de los sistemas tradicionales con la tecnología basada en la nube de la que se alimentan las startups supone un gran desafío. Este tipo de procesos, a menudo muy complejos, pueden afectar negativamente a las FinTech, ya que pueden agotar sus limitados recursos. El protocolo de adquisición de los bancos también puede ser un obstáculo importante que deben superar las nuevas empresas. A menudo requieren que los socios potenciales tengan cuentas con una antigüedad de dos o tres años, algo que no todas las startups no pueden proporcionar.
En definitiva, desarrollos como la PSD2 están forzando el cambio en esta industria. Ahora que los gigantes tecnológicos están ansiosos por ocupar el papel que tienen los bancos en la vida de los clientes, es el momento perfecto para que la colaboración se convierta en el motor de la industria financiera.