Deutsche Bank: «El escenario sigue siendo favorable para las bolsas a medio plazo»

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En la jornada del pasado lunes, 5 de febrero, Wall Street sufrió su mayor caída desde agosto de 2011, con caídas del 4,6% para el Dow Jones y del 4,1% para el S&P. Histórica también la subida de la volatilidad en un solo día, hasta el 37%, algo desconocido desde 2015. Tras haber cerrado el mejor mes de enero desde 1997, el mes de febrero ha comenzado con abruptas caídas. Una muestra de lo que ya apuntaban los 10 temas para este año de la Chief Investment Office de Deutsche Bank: la volatilidad es muy baja y puede haber por tanto momentos de pánico puntuales. En el caso de este lunes, la excusa vino de la continua subida de la rentabilidad de la deuda (llegó a tocar el 2,8% la semana pasada, si bien ayer bajó al 2,7%), y del miedo a un potencial cierre de la Administración americana el día 8 de febrero (fecha en la que expira el acuerdo temporal alcanzado hace 15 días).

Los analistas de Deutsche Bank creen, por tanto, que el escenario sigue siendo favorable para las bolsas a medio plazo, por lo que no han cambiado su visión sobre las mismas. Las razones:

i) El alto crecimiento económico, en especial en EEUU, evidenciado por los máximos niveles de confianza empresarial, la excelente situación del mercado de trabajo (en pleno empleo) y la baja probabilidad actual de que se produzca una recesión en los próximos 12 meses.

ii) La solidez de los resultados empresariales. Un 82% de las compañías del S&P que han reportado sus cifras lo han hecho por encima de lo esperado, lo que supone el porcentaje más alto desde 2007. Las perspectivas de beneficios para 2018 son además muy positivas, con una revisión al alza de las mismas del 6% desde tras la aprobación de la reforma fiscal a cierre del año pasado

iii) La reforma fiscal permitirá también tomar decisiones empresariales que favorezcan a los inversores, como operaciones de recompra de acciones, mayores dividendos o movimientos corporativos

iv) Parece poco probable que Jerome Powell, recién llegado a la Fed como presidente, lleve a cabo una política monetaria muy agresiva que pueda llevar a la economía a una recesión en los próximos doce meses. Teniendo en cuenta la alta sensibilidad de la economía americana a los tipos de interés (las compañías se financian mayoritariamente a mercado, y no a través de las entidades financieras), es poco probable que la Fed tome decisiones precipitadas a menos que vea un riesgo inflacionista inminente (algo que no se deduce de la última reunión de la Fed de la semana pasada)

v) Y, por último, es cierto que han subido las rentabilidades de la deuda, pero en términos relativos, los retornos siguen siendo muy bajos (las primas de riesgo corporativas siguen estando en mínimos históricos) si se compara con las bolsas.

En resumen, creemos que todavía hay valor en la renta variable, aunque habrá momentos de volatilidad durante todo el año.

Análisis elaborado por Rosa Duce, Economista Jefe de Deutsche Bank en España.

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